miércoles, 2 de marzo de 2011

Carnaval de Tlaxcala

EL CARNAVAL DE TLAXCALA 
Crónica de Cándido Portillo Cirio 



Baila huehuetl de mi tierra, 
De mi tierra tlaxcalteca,
Baila, y nunca: …jamás.
Dejes de bailar.
Que mientras tú sigas bailando, 
Tlaxcala: …nunca, jamás morirá.



En el universo náhuatl el origen del carnaval (mitote) no fue para asesinar al mesías, se efectuaba para alabar a los dioses en fechas determinadas. A las fiestas religiosas y populares concurrían luciendo sus mejores galas. Como en toda sociedad, los ricos portaban ropas sofisticadas: plumas de quetzatl, pieles de animales, bellísimos bordados y joyas de piedras preciosas. Toci, Diosa abuela; Matlalcueyetl, Diosa del agua; Xilonenteotl, Diosa del Maíz y Mitlantzihuatl, Diosa de la muerte, entre otras, imponen moda, bajo la pauta de Xochiquetzalli. Camaxtli determinó la moda masculina. El tipo de vestido lo podemos observar en los códices que tratan el tema de la cultura prehispánica de Tlaxcala. 

Resaltamos la vestimenta, debido a que da origen a la imitación que hoy se exhibe, cuyos representativos eran los macehuales, clase popular que remedaba a los Tlatoanis y Tecuhtlis que integraban la alta burguesía. Cada extracto tiene su forma de vestir, pero la clase popular tiene la alternativa de hacer mofa, ante la imposibilidad de vestir como la alta sociedad. Él celebre mitotero: aunque viste mal, habla mucho, es mitotero, le encanta el mitote, ya te vas de mitotero, solían decir cuando se acudía a la asamblea del pueblo. 

Para conmemorar a los muertos “hacían estatuas a base de un manojo de rajas de ocote a las que le ponían una máscara.” (Ocoteteuhtin) (Muñoz Camargo, 1998, p. 155) Pero en fiestas, ritos, producción de bienes y servicios, sujetos a una secuencia cotidiana, daban paso a la sátira: “Xaxacatia: disfraz; plural, oxaxacatl: disfrazarse con trajes viejos. Nite: enmarcara o disfrazar a alguien. Xayacatla chichihualli: mascara o falso rostro.” (Siméon, 1994) En grandes conmemoraciones la participación era de de 4000 danzantes, señala Torquemada, quien hace singular descripción de la danza que se practicaba en el siglo XVI: 

“Los primeros cantos van en tono bajo, como adormilados y despacio, el primer canto es conforme a la fiesta, siempre dan comienzo del baile aquellos dos maestros y luego todo el coro prosigue el canto y el baile, juntamente, y toda aquella multitud traen los pies tan concertados, como unos muy diestros danzadores de España, lo que es más, es que todo el cuerpo, ansí la cabeza como los brazos y las manos, van tan concertados, medido y ordenado, lo que uno hace con el pie derecho y también con el izquierdo, (al) mismo tiempo hacen todos y en un mesmo tiempo y compás. Cuando uno baja el brazo y levantado el derecho, lo mesmo y al mesmo tiempo hacen todos, de manera que los atabales, el canto y los bailadores, todos llevan su compás concertado, los buenos danzadores de España que los ven se espantan (sorprenden) y tienen en mucho la danza de estos naturales.” (Federico González. Símbolos Precolombinos, 1989) 

Cuando sobreviene la fusión hispano-tlaxcalteca, dio paso a tres etnias: tlaxcalteca, mestiza y española, mas la llegada de esclavos negros, y por razón natural, la mofa está presente, a ello se debe la actual forma de vestir, solo que debieron pasar más de 100 años, para que se impusiera la moda-mofa. La clase popular tlaxcalteca prosigue mofándose de los hispanos, éstos, viéndose “amenazados” por el remedo los sancionaron, pero fue inútil, pues es parte del rechazo a la cultura invasora, por tanto, tiene elementos sincréticos en el contenido de sus “injurias, escándalos e incitadores del pecado.” 

Hasta 1640 el mitote tenía esencia original: “los indios nobles no dejaron de mostrar, a su usanza, la alegría que sentían, con un castillo de chichimecas, que desnudos, salían a pelear con “fieras” haciendo tocotines y mitotes (bailar y hablar) que son sus saraos (movimientos) antiguos, con muchas galas a su usanza y muchas plumas preciosas, de que forman alas, diademas y águilas que llevan sobre la cabeza y de esta suerte en tropas, cantando en su idioma, estaban todo el día sin cansarse en su sarao.” (Gutiérrez, 1993) El presente comentario se debe al Virrey Márquez de Villana (1640) cuando llegó al puerto de Veracruz el 26 de junio, pasando por Tlaxcala-Zacatelco-Puebla con destino a la ciudad de México, para tomar posesión de su cargo, acompañado del Obispo Palafox y Mendoza. 

En 1699 se dictó un auto que “prohíbe a los que bailan y se enmascaran, satirizar a otros, durante los días de carnestolendas (carnaval); hombres y mujeres de todas calidades, bailan por las calles y casas, enmascarados, en distintos trajes, y que algunos lo hacen, solo a fin de satanizar y tocar el punto, honra y crédito de otros, con diferentes trajes y significaciones; que ocasionan algunos disturbios y sediciones y graves pecados.” Por tal motivo, el Conde de San Román ordena “no usen ninguna frase (verso) ni significación que mire a satirizar ni perjudicar a nadie en su crédito (honor), estado (condición social) u oficio, ni entren en casas ajenas a bailar.” De no obedecer la orden, serían multados “españoles, mestizos, negros y mulatos con cuatro pesos y los Indios (tlaxcaltecas) con dos pesos, unos y otros de seis días de cárcel.” Firma Miguel de Ortega. (AGT. Año de 1640) Como podemos observar, la cita ilustra a los mitotes y tocotines sincretizados. 

La vestimenta tenía cierta relación, con el resto de los pueblos nahuas del altiplano, la variación radicaba en la ubicación del adorno, colores, formas y símbolos. En el caso de la región sur de Tlaxcala, imperaba el verde turquesa y el amarillo marfil, debido a que la producción de maíz condicionaba la economía. Matlalcueyetl imponía el color azul, pues era Diosa del agua, en lo general imperaba el blanco y el rojo, que significaba la pureza del Dios Camaxtli y el rojo de la sangre del hombre chichimeca. 

Con la aportación hispana sucedía lo mismo, debido a que provenían de diferentes regiones: Madrid, Cataluña, Barcelona, Cádiz; de la región, dependía el tipo de vestido que se fusionó con el vestido tlaxcalteca, por eso tenemos a los charros que predominan en Papalotla. (Ocotelulco) Catrines de Panotla y Totolac. (Quiahuixtlán) Casamiento de Quetzoalcuapan, danzantes de Yauhquemecan y Terrenate. (Tizatlán) Los Chivarrudos de Zacatelco nacen durante La Colonia, y los carabineros de Nativitas, tienen influencia colonial y de la invasión francesa. En su conjunto manifiestan la nueva identidad, pero durante el siglo XIX “las manifestaciones populares e indígenas son vistas como irrelevantes o de plano como muestra del atraso del país.” (Dávila Gutiérrez, p. 52) 

Otros estudiosos del folclorismo tlaxcalteca consideran que es una manifestación coreográfica que sigue patrones de movimientos y formas musicales definidas: “admite relativas variaciones respecto al diseño coreográfico, pasos e interpretaciones, realizado por parejas, no requiere de formas complejas de organización.” (Sevilla, p. 9) Expresiones coreográficas acordes al carácter burlesco del ambiente de carnaval donde participan por puro “gusto,” realizando un esfuerzo físico y económico, durante uno o varios días. 

A través del carnaval se establecen relaciones sociales cooperando para la comida y los gastos propios de la fiesta. Es el gusto de participar en la organización, confección del vestuario, preparación de la comida, en la danza, en las actividades complementarias. “Actuando como un vínculo cohesionador de la comunidad.” (Sevilla p. 67) Pero también es consecuencia de la necesidad humana y social de desahogo, escape, rompimiento del orden establecido, voluntad de expresar remedo a un interés social bajo formas parecidas: disfraces, invertir el orden de hábitos y conductas, insulto, agravio, comer, beber, presentar escenas violentas, satirizar, recrear y bailar intensamente. 

Huehues, enmascarados, mascaras, catrines, catrinada, comparsa, cuadrillas, etc. “competencia” entre vecinos, como es el caso de Amaxac, donde “rivalizan” sus barrios: La Garita, La Frontera, Xalpa, Metacatlán, Atotonilco y Mexicatzingo. Algunos pueblos realizan elección de su reina, otros hacen desfiles, otros simplemente se disfrazan y hacen concursos, realización bailes populares, en algunos casos hacen encuentros de camadas, algunos otros escenifican “El Ahorcado o la Quema del muñeco, generalmente, la pirotecnia está presente con sus luces de variadas formas artificiales. 

El traje de las camadas de Yauhquemecan, Tlacuilocan, Atlihuetzía y Zimatepec son elegantes, su origen está en Tizatlán. En Texoloc y Nativitas se realiza “El rapto de la hija del Corregidor, a manos del bandolero Agustín Lorenzo, igual como se realiza en Huejotzingo. Especial alboroto causan Las Locas de Tezoquipan, camada compuesta solo de hombres.






1 comentario:

  1. Es sumamente hermoso conocer la cultura de nuestro medio social ya que estamos inmersos en él, reconozco que me falta mucho por saber lo grandioso de nuestra cultura...Felicidades.

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